Santiago Cruz Quince de caminos
A finales de los años noventa, el joven cantautor tolimense Santiago Cruz tuvo su primera oportunidad de obtener un anhelado contrato con un sello discográfico.
Con guitarra en mano, presentó algunas de sus propias canciones ante un grupo de directivos de la industria musical del momento, quienes, tras la presentación, le aseguraron que tenían toda la intención de ofrecerle un importante contrato para grabar un primer disco e impulsar su naciente carrera musical.
Santiago estaba feliz. El sueño de dedicar su vida a la música parecía que podría volverse realidad, pero, como en todo contrato, había una letra pequeña de gran importancia. Lo querían, pero no a sus canciones. En ese momento, la industria musical colombiana buscaba un artista similar a Pedro Fernández, quien estaba en la cúspide de la música.
Cruz no aceptó. Tomó el camino más largo, fiel a su música y a su objetivo de emprender una carrera como cantautor, trabajando por más de diez años hasta que comenzó a recoger los frutos de su dedicación con el lanzamiento de Cruce de caminos, su tercer trabajo discográfico.
Un álbum fundamental en el despegue de su carrera artística, realizado en España bajo la producción de Nacho Mañó, que incluye canciones indispensables en cada una de sus presentaciones, como ‘Baja la guardia’, ‘6:00 A.M.’, ‘En tus zapatos’, ‘Y si te quedas, ¿qué?’ y ‘Cuando regreses’, entre otras.
Ahora, a manera de celebración, lanzará Quince de caminos, un álbum en vivo con las canciones de Cruce de caminos, en nuevas versiones, algunas interpretadas junto a otros artistas, además de dos temas inéditos.
Así, acaba de lanzar la versión de ‘6:00 A.M.’, interpretada junto a Junior Zamora, como el inicio de este álbum conmemorativo, que irá presentando a lo largo del año y estará acompañado de una gira de conciertos con este repertorio especial, que lo llevará a realizar su segundo Movistar Arena en Bogotá el próximo 17 de octubre.
Difíciles caminos
—¿Una fiesta de quince años?
Realmente son dieciséis años y, por varias razones, la celebración terminó siendo este año. Igual no quería que pasara mucho más tiempo para celebrar un disco que cambió mi carrera, y quería hacerlo de la mano de amigos, con gente muy importante para mí en el escenario.
—¿Una celebración con artistas muy importantes para la música colombiana actual?
Creo que este proyecto es un lindo testimonio de la escena del pop rock alternativo en Colombia de distintas épocas. Estoy celebrando los 15 años de mi tercer disco, pero también están Diamante Eléctrico, Juan Pablo Vega, Duplat, Monsieur Periné y Junior Zamora.
Es una bandera colombiana gigante como testimonio de unos momentos muy lindos para la música nacional.
—También contó con el productor español Nacho Mañó, quien trabajó en Cruce de caminos…
Tuvimos dos refuerzos extranjeros en este proyecto, entre ellos Nacho Mañó, quien fue productor de Cruce de caminos y de un par de discos más. Me ayudaba con la cantidad de artistas que había convocado. Los egos son inevitables, por lo que Nacho, además de ser el productor del disco, me servía como una especie de mediador.
Al final, todos tenemos una admiración profunda por Nacho, por su manera de hacer música y sus proyectos, así que nos aproximamos con un espíritu de aprendices maravilloso y ahí está el resultado.
—¿Cómo fue intervenir musicalmente canciones que son tan importantes para su carrera?
Fue un momento de mucho orgullo, de visitar un disco que ha significado tanto para mí, con mucho agradecimiento también. Un ejercicio de nostalgia y de deseo de sorprenderme con los nuevos arreglos.
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Era cuestión de ver qué nos podía entregar Junior Zamora en la nueva versión de 6:00 A.M.. También tomamos una de las canciones más importantes de este disco y le dimos un giro completo. Son riesgos que generan ansiedad, pero creo que el resultado fue maravilloso.
Hay un par de canciones inéditas en el disco, y ahí se puede notar la distancia entre aquel compositor de 2008 y el compositor de ahora. Se ve el recorrido y la experiencia en la composición.
Dos momentos distintos
—¿Cómo ve a estos dos compositores? El Santiago de hace más de 15 años y el Santiago de hoy.
El de 2008 era un poquito arrogante, tal vez. Ahora hay un compositor más atemperado, pero no menos arriesgado. Mucho más concreto, pero manteniendo el respeto por el público, sobre todo en el mensaje. También hay más autocrítica y autoobservación, más que narración exterior.
En Cruce de caminos hay canciones reflexivas, pero muchas son narraciones de situaciones puntuales. El compositor de ahora es mucho más introspectivo.
—¿Algunas de las canciones de Cruce de caminos las había dejado de interpretar en sus conciertos?
Muchas. Hay canciones de las que nunca me desconecté, como Baja la guardia, que es de esas que hay que tocar siempre y lo hago con alegría y orgullo. Pero otras, como Credo, con la que se abre el disco, hace mucho rato que no la tocaba, al igual que Tu peor versión y A pesar de mí.
Volverlas a sentir fue un ejercicio curioso, porque con algunas tengo mucha más distancia que con otras.
—La primera canción que lanza es 6:00 A.M. junto a Junior Zamora…
Teníamos una idea muy clara de lo que queríamos con esta canción, y sentí que la energía y el talento de Junior le podían venir muy bien. A él lo descubrí con La casa de Nariño, de Alcolirykoz, y con su manera de interpretar descubrí algo muy especial.
Desde el primer ensayo, todos nos miramos, sonreímos en el escenario y supimos que llevaría la canción a un lugar muy especial.
—¿Quince de caminos fue realizado en un formato muy especial?
Yo me crié con los viejos Unplugged de MTV. Tengo una colección de conciertos en grandes y pequeños formatos, y esto me emociona artísticamente. Además, contábamos con músicos de gran talento y valía la pena consignar ese talento en vivo. Esta es una celebración del talento musical colombiano.
—Una celebración con un álbum… ¿tendrá gira de conciertos?
Ya anunciamos la gira de conciertos por México, entre mayo y junio, con doce conciertos en Estados Unidos, además de nuestro segundo Movistar Arena de Bogotá el 17 de octubre. Será una fiesta de quince.
—¿Ahora sus seguidores le están contando sus propias historias en torno a las canciones de Cruce de caminos?
Para el proyecto de Elementales, gente del club de fans me regaló un libro donde me cuentan lo que significa para ellos mi música en general o una canción en particular.
Para esta celebración, quisimos abrir más el espectro y entender esa evolución. Uno como artista lanza las cosas sin saber hasta dónde van a llegar, y ese ejercicio de aterrizar esa distancia es muy conmovedor.
Que, en este momento, con tanta música en las plataformas digitales, la gente elija una canción mía para un momento especial de su vida es un regalo invaluable. Esto me conmueve mucho, aunque a veces puede ser abrumador. Sin embargo, para esta celebración, quería acortar esa distancia y vivirlo plenamente.
(Colprensa)
