Los trabajadores adscritos a la Subdirectiva Única de Oleoductos de la Unión Sindical Obrera – USO piden debate de control político para los Presidentes de Ecopetrol, Ricardo Roa, y de CENIT, Alexander Cadena, para que respondan por el otorgamiento de contratos a terceros privados para la operación y mantenimiento de las estaciones y más de 9.800 kilómetros de oleoductos y poliductos en el país.
«CENIT es la filial de Ecopetrol encargada del transporte y la logística de los hidrocarburos que, desde el 2012, se ha encargado de estos procedimientos con personal de la petrolera estatal colombiana, pero actualmente pretende eliminar puestos de trabajo de operadores directos de Cenit y otorgar la operación de 21 de las 54 estaciones a operadores privados, empresas que una vez tengan asegurado el conocimiento integral de la operación, licitarán para contratar o en su defecto, comprar las plantas, Poliductos y Oleoductos del país.
«Esta grave situación evitaría el control fiscal de los recursos públicos por parte de los organismos de control como la Procuraduría y Contraloría, además de poner en riesgo el manejo del transporte y abastecimiento de crudo y sus refinados en Colombia, debido a la falta de idoneidad de los contratantes», afirmó el Presidente de la Subdirectiva Única de Oleoductos de la Unión Sindical Obrera – USO, William Silgado Paternina.
Esta operación se viene realizando mediante el proyecto OPES (Operaciones Sostenibles) que busca la eliminación de puestos de trabajo, dejando plantas desasistidas sin operadores y algunas que actualmente son atendidas por dos operadores, dejarlas con uno solo; violando claramente los procedimientos establecidos y las normas internacionales.
«Ecopetrol está argumentando estas acciones porque según ellos la operación como se está llevando a cabo sale muy costosa, lo que desconocen es que pondrán en riesgo los procesos y seguridad industrial al poner la operación en terceros de capital privado que no van a tener la misma responsabilidad social y contractual que hoy en día tiene Ecopetrol y su grupo empresarial», concluyó Silgado.
Estos actos además de poner en riesgo la vida de los trabajadores de las plantas y de la comunidad que habita en zonas aledañas a las mismas, es un acto de desconsideración por parte de CENIT en su política de seguridad industrial y de Ecopetrol como casa matriz.