El gremio arrocero del Huila encendió las alertas ante un posible nuevo paro, al denunciar que los industriales molineros no están cumpliendo con los acuerdos que pusieron fin a la más reciente protesta nacional del sector, realizada el pasado 24 de julio.
La inconformidad gira en torno al precio de compra del arroz paddy verde, que según los productores, está siendo desconocido por parte de la industria.
En la mesa de negociación con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, se acordó fijar para la Zona Centro un precio mínimo de $1.589.489 por tonelada, equivalente a $198.636 por carga de 125 kilos, mediante la Resolución 0241 del 1 de agosto de 2025. Sin embargo, el comité de arroceros seccional Campoalegre asegura que los industriales han planteado pagar $177.000 por carga, es decir, por debajo de lo establecido oficialmente, y además han condicionado la compra a la firma de un documento de aceptación de esos términos.
Alci Cortés, líder arrocero en el Huila, recordó que durante el paro y las negociaciones nunca hubo un encuentro directo con los representantes de la industria. “Nos decían que ellos estaban de acuerdo con la regulación de precios, pero nunca nos sentamos en la misma mesa”, afirmó. Según su versión, apenas se expidió la resolución, varios molinos comunicaron que no la acatarían y que solo ofrecerían servicios de secamiento y almacenamiento, dejando de comprar directamente a los productores.
El comité de Campoalegre envió una carta a la ministra de Agricultura en la que califica la propuesta industrial como “carente de bases jurídicas” y advierte que la exigencia de firmar un acuerdo para vender el grano va en contravía del régimen de libertad regulada de precios. El documento solicita a las autoridades nacionales y regionales, así como a la Superintendencia de Industria y Comercio, garantizar el cumplimiento de la Resolución 0241 e imponer sanciones a quienes no la cumplan.
Los arroceros insisten en que el precio ofrecido por la industria no cubre los costos de producción ni la inversión en el cultivo, lo que pone en riesgo la sostenibilidad económica de pequeños y medianos agricultores. Además, advierten que de mantenerse esta situación, se afectará la siembra y se pondrá en riesgo el abastecimiento de arroz para la región y el país.
En Bogotá se adelantan nuevas reuniones entre productores, representantes de la industria y el Gobierno Nacional para buscar una salida al conflicto. Sin embargo, el gremio advierte que si no se logra un acuerdo en los próximos días, no descarta convocar nuevamente a un paro nacional, con bloqueos y movilizaciones en las zonas productoras.