En el marco de la investigación humanitaria y extrajudicial que adelanta la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) en el Huila, con el propósito de encontrar a más de 1.500 personas cuya ausencia aún mantiene en la incertidumbre a sus familias en este departamento, se llevó a cabo la segunda fase de intervención al cementerio San Antonio de Padua, de Pitalito -también conocido como cementerio antiguo-, donde fueron recuperados 17 cuerpos que corresponderían a personas desaparecidas.
De acuerdo con Laura Vásquez, antropóloga líder de la Unidad de Búsqueda en el Huila, aunque estaba previsto para esta fase recuperar entre 10 y 12 cuerpos que se hallaban en nueve fosas, pese a las dificultades climáticas que incluyeron intensas lluvias durante las jornadas de trabajo, el equipo logró avanzar de manera significativa y fue posible intervenir once fosas, algunas de ellas contaban con sepulturas colectivas.
«La temporalidad de los cuerpos recuperados indica que fueron traídos a este camposanto entre 1998 y 2012, luego de haber fallecido en hechos del conflicto armado ocurridos en municipios como San Agustín, Acevedo, Palestina y Pitalito, en el sur del Huila, y en Santa Rosa, en el Cauca», comentó la antropóloga forense.
Añadió que de los 17 cuerpos, tres fueron remitidos al Instituto Nacional de Medicina Legal para adelantar el proceso de identificación a través de genética, mientras que los otros 14 fueron dispuestos de manera transitoria en bóvedas y osarios facilitados por la parroquia San Antonio de Padua, con el fin de protegerlos mientras, en próximos meses, se adelanta el proceso de verificación de correspondencia post mortem, una metodología que busca acercarse a la identidad de los cuerpos recuperados mediante el cruce de información documental, con las características físicas encontradas en el cuerpo durante la recuperación.
Esta acción humanitaria, que forma parte del Plan Regional de Búsqueda Sur del Huila, estuvo liderada por dos equipos forenses de la Unidad de Búsqueda, integrados por profesionales en antropología forense, criminalística y topografía. Además, por primera vez en este camposanto, seis exmilitares que comparecen ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en el marco de sus procesos restaurativos, apoyaron las labores de búsqueda.
Una búsqueda para resignificar las memorias y los espacios
Durante la acción forense, de manera articulada con la JEP, se llevó a cabo la Ruta de la Memoria, una estrategia pedagógica que tiene como propósito resignificar los cementerios como lugares de memoria y dignidad de las víctimas del conflicto armado, en especial, de las personas afectadas por la desaparición.
El recorrido vinculó a familias buscadoras, organizaciones sociales e instituciones como la Alcaldía de Pitalito, la Personería municipal, la cooperación internacional, entre otras, que además de recorrer los puntos de intervención pudieron conocer las etapas de la búsqueda, sembrar rosas como símbolo de esperanza y construir un telar colectivo con mensajes de solidaridad hacia quienes buscan sin descanso; también lograron escuchar testimonios de personas buscadoras y comparecientes de fuerza pública, en un acto de reconocimiento de verdad.
Nery Chimonja Coy, mujer buscadora de su padre, Tulio Enrique Chimonja, desaparecido hace 42 años, así como de más de 40 personas que siguen ausentes en el municipio de Palestina, en el Huila, acompañó la Ruta y expresó: «Significa esperanza, refleja que el trabajo es constante y que tiene que ser diario para que esas más de 132.000 personas que nos faltan puedan ser entregarlas a sus familias y que así podamos reconciliarnos entre todos».
Entre las asistentes también estuvo presente Lorena Conde, hija de Jose Gregorio Cárcamo, un hombre cuyo cuerpo fue encontrado en la primera fase de intervención al Cementerio San Antonio de Padua, luego de 19 años de estar desaparecido para su familia y que en las próximas semanas será entregado en una ceremonia digna.
«Le están devolviendo la esperanza a muchas familias que llevan años buscando, la esperanza de poder entregar los cuerpos. Esta es una labor que se agradece», señaló Conde.
Con esta nueva fase, ya son 40 los cuerpos recuperados en el Cementerio San Antonio de Padua de Pitalito por parte de la Unidad de Búsqueda, de los cuales cuatro ya han sido entregados a sus seres queridos en departamentos como Caquetá, Cesar, Cauca y, claramente, Huila; otros tres serán entregados en los próximos días y los demás se encuentran en proceso de identificación.
La Unidad de Búsqueda prevé una nueva intervención en otro sector del cementerio, donde podrían encontrarse más cuerpos de interés para la misión humanitaria, y una jornada para localizar posibles lugares adicionales.