Un acto de intolerancia sacudió este martes las instalaciones del Concejo de Neiva, luego de que la bandera LGBTIQ+, izada como símbolo de inclusión y respeto, fuera encontrada en el suelo y parcialmente quemada.
La enseña había sido colocada en el marco del Mes del Orgullo como gesto institucional hacia la diversidad, pero su destrucción revela las profundas tensiones sociales que aún persisten en torno a los derechos de la comunidad diversa.
El hecho fue calificado como un acto de discriminación y odio por parte de líderes LGBTIQ+ y defensores de derechos humanos, quienes exigieron una investigación inmediata para establecer responsabilidades. “No es solo una bandera, es un símbolo de lucha, de visibilidad y de respeto. Esto es un mensaje violento que no podemos normalizar”, expresó una activista local durante un plantón realizado frente al cabildo municipal.
El Concejo de Neiva, por su parte, condenó enérgicamente lo ocurrido y aseguró que revisará las cámaras de seguridad del recinto para dar con los responsables. Además, se comprometió a reafirmar su respaldo a las luchas por la igualdad y a seguir promoviendo espacios de respeto en la administración pública. Varias voces del sector político también se sumaron al rechazo del hecho, solicitando sanciones ejemplares.
Organizaciones sociales y colectivos de la ciudad han convocado a una manifestación pacífica en defensa de los derechos de la población LGBTIQ+, al considerar que estos ataques simbólicos también ponen en riesgo la vida y dignidad de muchas personas. “La violencia no siempre es física, también se expresa en estos actos cargados de prejuicio. Neiva debe ser una ciudad para todos”, afirmaron los convocantes.
