Al parecer, los cuestionamientos de Petro estaban dirigidos al expresidente Álvaro Uribe, que en la víspera le atribuyó sin pruebas el haber supuestamente instigado para que se cometiera el crimen y lo culpó de la violencia en el país, en su mensaje de despedida del joven dirigente de su partido.
Para Petro lo que se buscó con esos mensajes «es que los colombianos se maten entre sí y vuelva la sangre entre colombianos, a regar los campos y las calles como si ya hace 70 años no se hubieran matado liberales y conservadores solo por la venganza desatada desde los medios de comunicación y desde las tribunas políticas».
El mandatario incluso cuestionó que se “tenga que pedir permiso para entrar a una iglesia o a un palacio público, si es del público que significa del pueblo. No echamos a nadie y no nos echan”.
Agregó que desde su Gobierno “dialogamos como caballeros, no matamos, no reprimimos, no llevamos a la juventud colombiana a la cárcel, no le tiramos gases, no hablamos de muerte y de venganza”.
Desde este mismo evento, el Presidente se refirió a su futuro tras las elecciones presidenciales del 2026, al reiterar que no busca la reelección y que algunos “asustados” interpretan mal sus declaraciones.
“Ya vamos de salida, aunque algunos se asustan en Bogotá porque dicen que no me quiero ir. Lo que vengo insistiendo en señalar confunde mucho: confunden a las personas con los proyectos”, afirmó.