La acción legal apunta a Crem Helado, Bon Ice, Vive 100 y otros productos que se venden en las calles colombianas, buscando garantizar derechos laborales y visibilizar nuevas formas de explotación en todo el país.
La denuncia fue radicada ante el Ministerio del Trabajo por presunta explotación laboral y vulneración de derechos humanos fundamentales, ya son varias las quejas por este mismo hecho instauradas ante esta cartera, pero las empresas siguen sin ningunos correctivos.
Según el análisis jurídico que sustenta la acción, estas prácticas constituyen una forma moderna de esclavitud laboral, al someter a trabajadores informales a jornadas sin garantías, sin acceso a seguridad social, prestaciones ni remuneración justa; violando la dignidad y los derechos de miles de personas en Colombia. La queja se fundamenta en normas nacionales e internacionales que protegen el trabajo digno, incluyendo los artículos 22, 23, 128, 132 y 230 del Código Sustantivo del Trabajo, la Ley 50 de 1990, la Ley 789 de 2002 y los artículos 25 y 53 de la Constitución Política de Colombia.
A nivel internacional, la acción se respalda en tratados ratificados por Colombia, como la Convención 29 sobre Trabajo Forzoso (OIT, 1930) y la Convención 111 sobre Discriminación en el Empleo y la Ocupación (OIT, 1958), así como en los artículos 23 y 24 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el artículo 7 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que establecen la obligación de garantizar condiciones laborales dignas, seguridad social y protección frente a la explotación.
Según la interpretación jurídica experta, la práctica de estas multinacionales al comercializar productos mediante vendedores informales sin derechos laborales constituye una violación directa de estas normas, generando responsabilidad legal y social.
Quien interpone la denuncia es Oscar David Benavides Angulo, abogado especialista en Derecho Administrativo y líder social, cuya experiencia personal refuerza la relevancia de esta acción; pues desde los 17 años trabajó como vendedor ambulante de Crem Helado, Bon Ice y Vive 100 en Bogotá, en sectores como Portal de la 80, Engativá, Corabastos y Patio Bonito, donde vivió de primera mano la explotación laboral y la falta de derechos de los trabajadores informales.
Esa experiencia le permitió comprender las condiciones precarias y la vulneración sistemática de derechos que sufren los vendedores ambulantes en todo el país, lo que hoy fundamenta la acción judicial.
La demanda se radicó bajo con el código 11EE2025741100000053484 ante el Ministerio de Trabajo buscando el reconocimiento de derechos, prestaciones sociales, condiciones dignas de empleo y la creación de un precedente legal que visibilice las nuevas formas de explotación laboral en Colombia.
Esta acción no solo tiene un impacto jurídico, sino también social y académico, al poner en evidencia las prácticas de multinacionales que han permanecido impunes durante años, y al llamar la atención sobre la necesidad de garantizar la dignidad, la justicia y los derechos fundamentales de los trabajadores informales en todo el territorio nacional.



