La partida de Lilia Sánchez, madre del diputado Rodrigo Lara Sánchez, ha conmovido profundamente a la comunidad huilense.
Más allá de su rol como madre de una figura pública, Lilia fue una mujer que dejó un legado silencioso pero profundo: el de la entrega incondicional, la fe inquebrantable y el amor guiado por valores.
Su hijo, visiblemente afectado, la despidió con un emotivo mensaje en el que exaltó no solo su papel materno, sino su enorme capacidad de formar con amor, fortaleza y templanza. “Fue raíz y aliento en mi vida”, expresó, destacando cómo ella forjó en él un camino guiado por la ética y el servicio.
Lilia fue una mujer que enfrentó la vida con coraje, sacando adelante a su familia en medio de las dificultades, sembrando en sus hijos el valor de los sueños, el trabajo honesto y la fe. Su legado vive en cada paso que dan quienes fueron moldeados por su ejemplo.
Su presencia física se ha ido, pero como lo señaló el diputado, su luz no se apaga: permanece en los recuerdos, en las enseñanzas, y en el amor que entregó sin medida. “Te amaré por siempre”, concluyó, con la certeza de que algún día volverán a encontrarse.