El Instituto Nacional de Medicina Legal confirmó la identificación de dos víctimas de desaparición forzada en La Escombrera, un terreno ubicado en el suroeste de Medellín.
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) recuperaron los cuerpos de una joven de 20 años y un hombre de 28, ambos desaparecidos en 2002, en la Comuna 13 y el corregimiento de San Cristóbal.
El caso de la joven de 20 años revela detalles sobre su participación en actividades comunitarias. Ella había organizado una reunión para promover deportes juveniles cuando, el 30 de julio de 2002, fue secuestrada por miembros del Bloque Cacique Nutibara.
Según relatos familiares, la joven logró comunicarse al día siguiente, pero desde entonces desapareció. El asesinato de esta joven se vincula con el paramilitarismo de ‘Don Berna’, quien, según informes de la JEP, habría ordenado su traslado a La Escombrera, donde fue finalmente asesinada y enterrada.
#Atención | Fueron identificadas dos víctimas de desaparición forzada en La Escombrera, en la Comuna 13 de Medellín. En tiempo récord, @MedLegalColombi confirmó la identidad de los cuerpos recuperados por la JEP y @UBPDcolombia en esta zona de interés forense. Va 🧵… pic.twitter.com/5VERkWUYLM
— Jurisdicción Especial para la Paz (@JEP_Colombia) January 30, 2025
El segundo caso involucra a un hombre de 28 años que padecía epilepsia y tenía limitaciones de movilidad. El 13 de octubre de 2002, salió de su casa y nunca regresó. Su desaparición se atribuye al Bloque Cacique Nutibara y al Frente José Luis Zuluaga, que operaban en la Comuna 13. La JEP investiga el caso como parte del expediente del Caso 08, relacionado con las víctimas de desaparición forzada en esa región.
La evidencia forense sigue respaldando la teoría de que La Escombrera fue un sitio utilizado para la inhumación clandestina de víctimas durante el conflicto armado. Según declaraciones de ‘Don Berna’ en 2013, en este lugar podrían existir más de 500 desaparecidos.
La UBPD y la JEP continúan con las labores de identificación y búsqueda de los cuerpos, avanzando en el esclarecimiento de estos crímenes que aún afectan a miles de familias colombianas.
La identificación de estas víctimas marca un avance significativo en la memoria histórica y la búsqueda de justicia en el país, mientras se sigue trabajando para dar respuesta a los familiares que aún esperan conocer la verdad sobre sus seres queridos.