En un acto solemne cargado de dolor y respeto, se celebró este viernes en la Catedral Inmaculada Concepción de Neiva una eucaristía por el eterno descanso de la patrullera María Alejandra Vieda Almario, miembro de la Policía Nacional de los Colombianos, quien fue víctima mortal de un ataque armado perpetrado por guerrilleros del ELN en el municipio de Valdivia, en el departamento de Antioquia.
La joven patrullera, oriunda del Huila, murió en cumplimiento de su deber en medio de un atentado contra la fuerza pública que dejó además varios uniformados heridos. El hecho ha generado una profunda conmoción tanto en Antioquia como en su tierra natal, donde familiares, amigos, compañeros y autoridades locales acudieron al templo principal de la ciudad para rendirle un homenaje póstumo.
Durante la ceremonia, se elevaron oraciones por el alma de María Alejandra y por la pronta resignación de sus seres queridos. El acto litúrgico, encabezado por representantes de la Iglesia Católica, contó con la presencia de miembros activos y retirados de la Policía, así como ciudadanos que expresaron su repudio a la violencia que sigue cobrando vidas inocentes en Colombia.
Las autoridades reiteraron su compromiso con la búsqueda de justicia y el esclarecimiento de los hechos, señalando que el atentado es atribuido al frente «Edgar Amilkar Grimaldos» del ELN. La muerte de esta patrullera huilense no solo enluta a una familia, sino que también pone en evidencia los riesgos que enfrentan los hombres y mujeres que integran la fuerza pública en regiones donde aún persisten estructuras armadas ilegales.
Periodista: Sebastián Moya