Si el Senado aprueba la consulta popular propuesta por el Gobierno, el presidente de la República podrá convocar elecciones extraordinarias en una fecha determinada. Así lo explicó el ministro Armando Benedetti, quien detalló el procedimiento legal para la puesta en marcha de esta figura democrática.
El proceso inicia con la aprobación en el Senado. Luego, el presidente fija la fecha de las elecciones. En los 15 días siguientes, el Consejo Nacional Electoral debe avalar los comités que promoverán el “sí” o el “no”. Posteriormente, el mandatario dispone de tres meses para convocar oficialmente la jornada de votación.
“El presidente no ha amenazado con disolver el Congreso”, aclaró Benedetti. “Solo advirtió que los congresistas que no voten podrían no ser reelegidos”.
El Gobierno tiene la posibilidad de inscribirse como uno de los comités promotores, y varios grupos podrán participar desde ambas posturas. La intención del Ejecutivo es abrir el debate nacional si el Congreso no avanza con las reformas propuestas.
El problema, estancamiento legislativo
Las reformas impulsadas por el Gobierno enfrentan trabas en el Congreso. La falta de consensos ha generado tensiones entre el Legislativo y el Ejecutivo, lo que ha derivado en la propuesta de consulta como vía para legitimar decisiones desde las urnas.
El respaldo ciudadano
La convocatoria a una consulta popular permitiría al Gobierno consultar directamente al pueblo sobre temas clave. De avanzar este mecanismo, el país viviría una jornada electoral que definiría el rumbo de las reformas más polémicas.
La decisión ahora está en manos del Senado, que deberá definir si habilita o no esta vía de participación ciudadana. De aprobarse, se activará el calendario electoral y se instalarán oficialmente los comités de campaña.