La séptima edición de la Temporada de Cine Colombiano se consolidó como un hito cultural y social al llevar el cine a territorios donde nunca antes había llegado.
Con 64 funciones realizadas en 35 municipios y ciudades de 22 departamentos del país, la iniciativa logró emocionar a 4.743 personas a través de Funciones Regionales en la Región Andina, 13 proyectos de exhibición impulsados por distribuidoras y productoras de cine colombiano en las Funciones Especiales, y la participación de más de diez organizaciones culturales con amplia trayectoria en exhibición y mediación de públicos, en el marco de las Funciones Asociadas.
A ello se sumó el fortalecimiento de la formación cultural mediante ocho talleres de sensibilización y mediación, que contaron con la asistencia de más de 200 participantes.
El público se encontró con largometrajes y cortometrajes que invitan a reconectar con experiencias cercanas, emociones y sueños.
Historias que permitieron a los espectadores reconocerse en la pantalla, abrir espacios de diálogo, estimular la imaginación y, sobre todo, sentirse parte de un país diverso y vibrante, tocando corazones en cada comunidad.
Para niños, niñas y jóvenes esta temporada resultó especialmente significativa. Así lo expresó Johan Rojas, asistente en Armero Guayabal, quien afirmó: “Esta experiencia me ha parecido muy enriquecedora, ya que permite crear espacios para promover el cine colombiano y adquirir nuevos conocimientos”.
Gracias a la alianza con Retina Latina, las historias viajaron por toda América Latina, ampliando su alcance y relevancia en el contexto regional. Cinco películas de esta edición estuvieron disponibles en la plataforma y superaron las 1.800 reproducciones, abordando temas como la identidad, la resistencia cotidiana y el amor en la vejez, y acercando el cine colombiano a nuevos públicos del continente.
“Este año implementamos un cambio fundamental en la Temporada y fue hacer todas las exhibiciones en espacios cerrados. Eso nos permitió fomentar la articulación entre exhibidores, organizaciones culturales, productores y distribuidores alrededor de un objetivo común: llevar el cine colombiano a distintos municipios del país, en buenas condiciones técnicas para que la experiencia cinematográfica permita un acercamiento mucho más fuerte con nuestras audiencias», afirmó Andrea Afanador, directora de Fomento Nacional de Proimágenes Colombia.
«Este trabajo conjunto no solo fortaleció la cadena, sino que nos mostró el inmenso potencial que tienen nuestras películas para relacionarse con sus públicos y hacia el futuro el crecimiento de nuestras audiencias», agregó.
