El joven de 17 años iba a ser utilizado para participar en el secuestro de un caficultor, pero fue recuperado gracias a la oportuna reacción de las tropas y la ciudadanía.
Un importante operativo conjunto del Ejército Nacional y la Red de Participación Ciudadana permitió recuperar a un menor de edad que había sido reclutado por una organización criminal para ejecutar actividades delictivas, entre ellas, el secuestro de un caficultor en zona rural del municipio de El Pital, en el centro del Huila.
La acción, desarrollada por tropas del Batallón de Infantería N.º 26 Cacique Pigoanza y del Gaula Militar Huila, se dio luego de recibir información precisa de la comunidad sobre los movimientos de un grupo de individuos armados que planeaban el plagio. Gracias a la rápida reacción militar, los delincuentes abandonaron sus intenciones ante la presión de las tropas, lo que permitió la recuperación del joven de 17 años, quien vestía prendas de uso privativo de las Fuerzas Militares.
El menor fue puesto bajo protección inmediata de los uniformados, quienes lo trasladaron a un centro asistencial para verificar su estado de salud. Posteriormente, fue entregado al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), con el fin de garantizar su atención integral, la restauración de sus derechos y el acompañamiento psicosocial necesario para su proceso de reintegración.
La Novena Brigada del Ejército Nacional rechazó de manera enfática el uso de menores por parte de grupos criminales, calificando este hecho como una grave violación a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario. La institución reiteró su compromiso con la protección de la niñez y con la ejecución de operaciones sostenidas para prevenir nuevos casos de reclutamiento forzado en el Huila.
“Seguiremos trabajando de la mano con las comunidades para proteger a nuestros niños y jóvenes, evitando que sean víctimas de estructuras que buscan sembrar el miedo y el delito”, señaló un vocero de la Brigada.
El Ejército destacó el papel fundamental de la comunidad, cuya cooperación permitió salvar la vida del caficultor y rescatar al adolescente, demostrando que la unión entre la ciudadanía y las Fuerzas Militares continúa siendo clave para garantizar la seguridad y la convivencia en el departamento.
