La Asamblea Extraordinaria de la Dimayor puso punto final a una de las discusiones más tensas del fútbol colombiano en los últimos años: el futuro del Atlético Huila.
De manera extraoficial, se confirmó la aprobación del traslado del club al Valle del Cauca, específicamente al municipio de Yumbo, donde pasaría a competir bajo el nombre de Yumbo del Valle, según adelantó el periodista Pipe Sierra.
La decisión marca un giro definitivo para un equipo que durante meses estuvo en el centro de la controversia tras la intención del Grupo Independiente, propietario de la ficha, de abandonar el departamento del Huila. La dirigencia argumentó la ausencia de un estadio disponible para competir en condiciones óptimas, razón que sustentó su solicitud de cambio de sede. Aunque existieron conversaciones sobre la posibilidad de que Garzón acogiera al equipo, estas alternativas nunca fueron consideradas viables por los dueños del club.
El trámite no estuvo exento de resistencia, especialmente por parte de los clubes del Valle, que inicialmente mostraron su desacuerdo con la llegada del conjunto opita a la región. Sin embargo, la directiva insistió en la necesidad del traslado y finalmente su postura prevaleció en la asamblea.
Con esta determinación se consuma el fin del Atlético Huila como institución deportiva en territorio opita, cerrando un capítulo de 35 años de historia. Durante este periodo, el club logró varios ascensos a primera división, disputó dos subtítulos del fútbol colombiano, tuvo participación en torneos internacionales y consolidó un notable proyecto en el fútbol femenino, especialmente en 2018, año en el que alcanzó reconocimiento nacional e internacional.
El traslado deja una mezcla de nostalgia y preocupación entre la afición huilense, que esperaba una solución que permitiera mantener al equipo en la región. Mientras tanto, el nuevo proyecto en Yumbo abre un ciclo incierto en el que el club buscará reconstruir su identidad y su relación con una nueva hinchada.
