Aunque la tasa general de desempleo muestra una leve mejoría, persisten preocupantes indicadores laborales en la capital huilense.
Neiva sigue enfrentando retos estructurales en su mercado laboral. Así lo evidencian los datos entregados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) para el trimestre móvil marzo–mayo de 2025, en los que se detalla un incremento significativo tanto en el empleo informal como en el desempleo entre la población joven.
Uno de los aspectos más críticos del informe es la situación de los jóvenes entre 15 y 28 años, cuya tasa de desocupación en Neiva pasó de 14,7% a 17,0%. Esta cifra no solo representa un aumento de 2,3 puntos porcentuales, sino que ubica a la ciudad por encima del promedio nacional de 15,7%. Entre las 23 ciudades capitales analizadas, Neiva se posicionó como la número 14 con mayor desempleo juvenil.
El informe también pone en evidencia el avance de la informalidad laboral, una condición que afecta a la mitad de los trabajadores en la ciudad. De acuerdo con el Dane, la proporción de ocupados en empleos informales aumentó del 45,6% al 50,0% en un año. Esta variación de 4,4 puntos solo fue superada por Quibdó, que presentó un incremento de 4,9 puntos. Actualmente, Neiva ocupa el puesto 12 entre las ciudades con mayor informalidad en el país.
Desempleo en Neiva
En contraste, el indicador general de desempleo mostró una ligera disminución. Durante el mismo periodo, la tasa en la capital opita bajó del 10,1% al 9,6%, lo que equivale a mil personas menos en búsqueda de empleo, al pasar de 16.000 a 15.000 desocupados.
Sin embargo, otros indicadores muestran un panorama menos alentador. La tasa de ocupación se redujo levemente, de 53,9% a 53,2%, y aumentó la población por fuera de la fuerza laboral, es decir, personas que no trabajan ni están buscando empleo. Esta población pasó de 107 mil a 111 mil personas, lo que representa un incremento en quienes están inactivos por razones como estudio, enfermedad o desinterés.
Además, en el mismo trimestre se evidenció destrucción de empleo en siete de las 14 ramas de actividad económica. Entre los sectores más afectados se encuentran agricultura, industria manufacturera, comercio, transporte y servicios públicos. Solo tres sectores presentaron aumento en la ocupación: construcción, actividades profesionales y servicios artísticos y recreativos.
