Las comunidades de San Agustín, en el departamento del Huila, están a la espera del regreso de valiosas piezas arqueológicas que forman parte de la cultura local. Monolitos, cerámica y otros elementos, que fueron recolectados a principios del siglo XX, se encuentran en Alemania, donde permanecen desde que fueron llevados por el investigador Konrad Theodor Preuss.
Este reclamo por la repatriación es impulsado por el Gobierno de Colombia y apoyado por diversas organizaciones sociales de San Agustín y el sur del Huila. Los ciudadanos buscan la devolución de los objetos que Preuss recolectó entre 1913 y 1914, durante sus excavaciones en la región. Para las comunidades, el retorno de estas piezas representa una forma de recuperar su identidad cultural y reafirmar su conexión con la historia.
Las expectativas
Martha Gil, miembro de la veeduría ciudadana encargada de la gestión de este proceso, explicó el entusiasmo de la comunidad. “Este es un tema prioritario para el Gobierno, y nosotros estamos muy animados. Nos estamos preparando social y culturalmente para recibir estas piezas. Queremos que las voces de la comunidad sean escuchadas en este proceso”, comentó Gil, quien junto a su esposo, David Dellenback, lidera los esfuerzos por recuperar las piezas.
Las estatuas, conocidas también como «gente de piedra», son uno de los elementos más representativos de la cultura de San Agustín. Estas esculturas, talladas en roca volcánica, y otras piezas de cerámica y material lítico, fueron colectadas por Preuss en su expedición. Aunque en Alemania se encuentran otros elementos de culturas prehispánicas de la región, la comunidad ha enfocado su atención principalmente en estas estatuas y el patrimonio relacionado.
Verónica Montero, investigadora de la Universidad de Bonn, explicó el trabajo realizado por Preuss durante su expedición en 1913-1914. Durante ese período, desenterró 12 esculturas y documentó otras 120. Además, hizo moldes en yeso de las grandes estatuas para su conservación. Los elementos recolectados por Preuss fueron enviados al Museo Etnológico de Berlín, donde permanecen almacenados sin exhibir desde 1967.
La zona arqueológica de San Agustín, que se extiende también al municipio vecino de Isnos, alberga cientos de estas esculturas de gran valor histórico y cultural. En 1995, la UNESCO declaró este conjunto como Patrimonio de la Humanidad debido a su relevancia en la historia de la humanidad. Por ello, la repatriación de estas piezas se considera no solo un acto simbólico, sino una medida importante para el reconocimiento y la preservación de la identidad cultural de la región.
La comunidad de San Agustín sigue con esperanza el proceso de repatriación y espera que, pronto, las piezas regresen a su lugar de origen, donde podrán ser apreciadas y estudiadas en su contexto cultural.
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