Ante un juez de control de garantías, la Fiscalía le imputó los delitos de tentativa de homicidio agravado; fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones; y uso de menores de edad en la comisión de delitos. De acuerdo con la investigación, Martínez habría participado en la planeación del ataque y entregado el arma al menor de 15 años que ejecutó el atentado.
La captura de Martínez, ocurrida el pasado sábado en Florencia, Caquetá, ya había sido legalizada por un juez este domingo. La mujer fue trasladada a Bogotá para responder por su presunta implicación en los hechos que dejaron gravemente herido al congresista.
Carlos Eduardo Mora, considerado testigo clave en el caso, relató que vio el momento en que Martínez sacó de su cintura una pistola Glock 9 mm y la entregó al sicario, apodado “el Costeño”, quien a su vez se la pasó al menor que disparó contra Uribe Turbay. Según su declaración, conocida por la revista Semana, la mujer le indicó al menor que se quitara la chaqueta y la gorra antes del ataque.
La Fiscalía indaga si alias “Gabriela” pertenece a una organización dedicada a atentados selectivos. El menor de edad implicado fue aprehendido y permanece bajo custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
Mientras se realizaban las audiencias judiciales, miles de personas se movilizaron en 23 ciudades del país para rechazar el atentado. En Bogotá, la Secretaría de Gobierno reportó cerca de 70.000 asistentes a la Marcha del Silencio, una convocatoria impulsada por distintos sectores políticos y ciudadanos, en la que predominó el color blanco.
Desde la Plaza de Bolívar, Miguel Uribe Londoño, padre del senador, agradeció el respaldo masivo y dijo: “La violencia ha regresado y tiene a Miguel Uribe Turbay luchando por su vida”.
Manifestaciones similares se realizaron en Medellín, Barranquilla, Cali, Cúcuta y Bucaramanga, donde los participantes exigieron justicia y garantías para el ejercicio político.