En Neiva, la situación de los vendedores informales sigue siendo un tema complejo, especialmente en la conmemoración del Día del Vendedor Ambulante.
Con aproximadamente 1.313 vendedores informales registrados, la ciudad enfrenta desafíos tanto en términos de orden urbano como de la inclusión social de estas personas que dependen del comercio ambulante para su sustento. Durante este año, la Alcaldía ha trabajado con unos 500 vendedores que operan en áreas como la carrera 5 y los alrededores del Cementerio Central, enfocándose en su educación y en la identificación de los riesgos laborales que enfrentan en sus lugares de trabajo. La administración también ha promovido campañas de concientización sobre la importancia de la formalización laboral y la seguridad en el trabajo.
El trabajo conjunto de diversas instituciones, incluyendo las secretarías de Salud y Deporte, el Sena y Colpensiones, busca ofrecer soluciones que no solo mejoren la calidad de vida de los vendedores, sino también promover su integración en el mercado laboral formal. A pesar de los esfuerzos de la Alcaldía, la resistencia de muchos vendedores a ser reubicados a zonas periféricas sigue siendo un desafío. Algunos de los vendedores se han mostrado en desacuerdo con las propuestas de reubicación, argumentando que las nuevas ubicaciones no son adecuadas para todos los tipos de comercio, como el de textiles o calzado.
Las políticas de la Alcaldía también han incluido la creación de un corredor comercial turístico y la implementación de módulos para vendedores en zonas menos céntricas, aunque la aceptación de estas medidas es aún incierta entre los comerciantes. A largo plazo, se espera que la formalización y el respeto a los derechos laborales de los vendedores informales puedan integrarse con una planificación urbana más inclusiva.