Esta mañana, en una publicación en sus redes sociales, el mandatario le dio credibilidad a una hipótesis planteada por Antonio García, uno de los comandantes del ELN, según la cual esmeralderos estarían vinculados con el crimen, lo cual no ha sido mencionado en ninguna de las imputaciones hechas por la Fiscalía.
Petro aseguró que el asesinato de tres esmeralderos, registrado en los últimos meses, tiene que ver con el «intento de recuperar bienes del lavado de activos”.
Y aseguró que con los esmeralderos estarían vinculados narcotraficantes que también están involucrados en el crimen del fiscal paraguayo Marcelo Pecci y políticos colombianos. Y detrás de todos ellos estaría la llamada junta del narcotráfico con sede en Dubai.
Según el jefe de Estado, los señalamientos que se hicieron contra el Gobierno por el asesinato de Miguel Uribe, nacen «del intento de la junta del narco de evitar la investigación sobre ella misma”.
Y agregó: “El capítulo colombiano de la junta del narcotráfico, proviene del núcleo central de la mafia del centro del país, domina los laboratorios de cocaína del centro y los llanos”.
Hasta el momento, lo único confirmado con base en información de la Fiscalía, son las imputaciones contra el sicario menor de edad, que fue atrapado el día del ataque, así como las de Elder José Arteaga, alias ‘El Costeño’, supuesto jefe de una banda multicrimen que coordinó el ataque, y Katerine Martínez, alias ‘Gabriela’, señalada de entregar el arma homicida al menor de 15 años que disparó contra el senador.
Información conocida por medios de comunicación señala que las disidencias de la Nueva Marquetalia o de Iván Mordisco podrían estar detrás del crimen, pero no se ha producido ninguna imputación contra autores intelectuales del crimen.
El presidente Petro, por su parte, ha expuesto todo tipo de teorías sobre el crimen: que lo cometieron las disidencias por dinero, que lo ordenó el ELN, que detrás de él está la junta del narcotráfico con sede en Dubai y ahora que también habría esmeralderos involucrados.