Ávila al tomar la palabra ahondó la controversia, al decirle a los congresistas que “ha tiempos en los que no se quiere escuchar” y que eso es precisamente lo que sucedía en ese momento porque la oposición querían hundir el proyecto, sin que dejaran explicar el alcance de la reforma.

Pero los ánimos se caldearon más cuando Ávila al cierre de su intervención, manifestó “que aquí lo que hay es una vendetta contra el Gobierno nacional sin importar que los colombianos del pueblo son los que más se están afectando”.
De inmediato varios congresistas que no respaldaron la ley de financiamiento, como por ejemplo el senador uribista Carlos Meisel, cuestionó al Ministro de Hacienda porque en el debate los llamó de mentirosos, falsos y de querer una “vendetta” contra el Gobierno, “la culpa es de usted que en otro mundo como Petro… No diga tantas incoherencias y mentiras”.
Sin embargo, el senador del Partido de La U Juan Felipe Lemus fue mucho más allá al decirle a Ávila que es “un ignorante” en asuntos de la política tributaria. El senador Efraín Cepeda, señaló que era claro que la reforma ya se había hundido.
Luego de ese momento el presidente Castellanos abrió la votación de la ponencia positiva, es decir la que presentó el Ejecutivo y sus congresistas amigos con la cual esperaban recoger los $16,3 billones. El proyecto se puso a consideración de la Comisión Cuarta de la Cámara, en donde no se tuvo el quórum para aprobar o negar la ponencia.

Esto nuevamente elevó «la calentura» del debate. La senadora Angélica Lozano sostuvo que lo que estuvo haciendo el Gobierno era sacando a los representantes de esa comisión para que no se lograran los votos básicos.
Pasó más de una hora entre intervenciones de quienes advertían que había un vicio de trámite, de senadores como Mauricio Gómez, quien denunciaba que hubo manipulación en la votación, como también de la postura del presidente de la sesión, representante Wilmer Castellanos, quien a la postre terminó levantando la sesión para que se retome el martes.
El año pasado para esta misma época, cuando se tramitó la anterior reforma tributaria, la misma se hundió porque al ser votada en las comisiones económicas -lo mismo de ahora-, el proyecto se negó en la Comisión Tercera del Senado.



