La autoridad ambiental del Huila identificó la presencia y expansión acelerada de varias especies exóticas que ya están generando afectaciones ecológicas y productivas en distintas zonas del departamento.
Lo que en su momento fueron introducciones aisladas de plantas ornamentales o animales exóticos, hoy se ha convertido en un riesgo ambiental de alto impacto para los ecosistemas locales.
La Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM) emitió una alerta tras confirmar que siete especies invasoras, cuatro de flora y tres de fauna, están colonizando áreas donde antes no existían. De acuerdo con Paula Sánchez Castañeda, profesional del equipo de biodiversidad de la entidad, estas especies encuentran condiciones óptimas para reproducirse sin control, desplazando a las nativas y alterando gravemente la dinámica natural. “Tienen alta capacidad de propagación y modifican los hábitats naturales. Eso altera las dinámicas ecológicas y genera incluso impactos económicos en zonas rurales”, señaló.
Cuatro plantas invasoras que avanzan sin control
Entre la flora identificada se encuentra el Ojo de Poeta (Thunbergia alata), una enredadera ampliamente usada como planta decorativa, que crece de manera desbordada y cubre por completo la vegetación local, impidiendo el desarrollo de especies nativas.

Otra especie problemática es el Tulipán Africano (Spathodea campanulata), reconocido por sus vistosas flores anaranjadas. Su néctar es tóxico para abejas nativas sin aguijón, polinizadores esenciales para los ecosistemas huilenses.
El Neem (Azadirachta indica), introducido por sus propiedades medicinales, también está generando impacto al invadir zonas secas y desplazar especies propias del bosque seco tropical. A este listado se suma el Algodoncillo (Calotropis procera), una planta resistente a suelos áridos cuyo látex puede resultar tóxico para el ganado.
Fauna invasora: un riesgo para la salud y la biodiversidad
En cuanto a fauna, la CAM alertó sobre el avance del Caracol Africano (Achatina fulica), reconocido mundialmente como una de las especies invasoras más agresivas. Este molusco puede poner cientos de huevos por temporada y es portador de parásitos que pueden afectar a humanos, animales domésticos y fauna silvestre.
Llamado a la prevención y al reporte ciudadano
La CAM insistió en que la prevención es la herramienta más efectiva para frenar la expansión de estas especies. La entidad recomienda no sembrar, transportar ni comercializar ninguna de ellas. Los hallazgos pueden reportarse directamente a la corporación o registrarse en plataformas de ciencia ciudadana como iNaturalist, fundamentales para su monitoreo.

Sánchez Castañeda recordó la necesidad de la participación comunitaria. “Desplazan flora y fauna nativa y dificultan la recuperación de los ecosistemas. Reportarlas y evitar su propagación es fundamental”, afirmó.
El Huila, uno de los departamentos con mayor diversidad ecológica de la región andina, enfrenta así un desafío que exige vigilancia, educación ambiental y control oportuno para evitar transformaciones irreversibles en sus paisajes.



