La mañana de este jueves inició con un nuevo episodio de violencia en la zona rural de Gigante, donde un vehículo de transporte público fue detenido e incinerado por delincuentes en el sector de La Pradera.
El hecho, que ocurrió mientras el automotor cubría la ruta hacia La Línea, volvió a sembrar temor entre los habitantes de esta región del centro del Huila.
Testigos relataron que varios sujetos armados interceptaron el vehículo y obligaron al conductor a descender antes de prenderle fuego. En pocos minutos, una columna de humo negro se elevó entre los cafetales, obligando a los campesinos a refugiarse mientras la conflagración consumía el automotor.
Una semana marcada por la violencia
Este nuevo caso se suma a otro ocurrido hace menos de siete días, cuando otro vehículo fue quemado en circunstancias similares. La reiteración de estos hechos ha generado preocupación entre transportadores, autoridades locales y comunidades rurales, que dependen de esta vía para movilizarse, trasladar productos agrícolas y acceder a servicios básicos.
Los residentes señalan que viven una “semana bajo fuego”, pues las amenazas contra el transporte público han incrementado la sensación de vulnerabilidad en la zona. Algunos conductores incluso han manifestado su temor de continuar prestando servicio hasta que se adopten medidas más contundentes de seguridad.
Autoridades investigan responsables
La Policía y el Ejército desplegaron operativos en la zona para identificar a los responsables y recuperar la seguridad en el corredor vial. Las autoridades municipales pidieron apoyo del Gobierno Departamental para reforzar la presencia institucional en este sector rural de Gigante, considerado estratégico para la movilidad de miles de habitantes.
Mientras avanza la investigación, la comunidad exige acciones urgentes que eviten que esta situación continúe escalando y afectando a los campesinos que dependen del transporte diario para sostener sus actividades económicas.



